Catorce puntos del momento político del país

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    Domingo, Septiembre 3, 2023

    Un repaso ligero a actores, actitudes y alianzas en la contienda que se cocina

    XAVIER GUTIÉRREZ

    No hay sorpresa en los movimientos políticos recientes que han sacudido el ritmo de la sucesión y la competencia entre partidos. Basta revisar actores, antecedentes y observar en perspectiva los hechos.

    Si observamos las cosas al nivel de los protagonistas no entenderemos del todo los hechos. Si nos situamos en un plano superior, aguzamos el sentido y revisamos hechos, descifraremos mejor la ecuación. Veamos.

    1.- En la política habrá que ver más allá de lo evidente. El dirigente priista Alito Moreno llegó al cargo producto de maniobras sucias. Se le ve como como un usurpador acorde con la moral imperante en ese partido. En tal sentido, su actuación reciente no es traición, es su naturaleza. El “dirigente de infame reputación”, lo calificó un articulista.

    2.- Desde Miguel de Lamadrid hasta Peña Nieto, el PRI opera como un órgano de control y dosificación del poder de una corriente neoliberal. La tecnocracia que ha tenido la presidencia lo ha utilizado para administrar el poder, acomodar grupos, aprovechar las prebendas, hacer negocios y mantener el control.

    3.- La cúspide de la burguesía mantiene arreglos en cada sucesión presidencial y en los estados. Hoy, el descrédito absoluto de las cúpulas partidistas permitió la intromisión y mando de un grupo de empresarios bajo el disfraz de la “sociedad civil”. Claudio X. González es la cabeza real de ese poder omnímodo.

    4.- Este grupo dominante del poder real seleccionó hace tiempo el modelo de candidato para la elección de 2024. Xóchitl Gálvez cubre los requisitos. El carisma, la “historia” del personaje, la estridencia verbal y hasta el vocabulario soez responden a una especie de antídoto al estilo López Obrador. La contienda se ha diseñado con características de espectáculo mediático. Se confeccionó el traje a la medida del personaje. Beatriz Paredes no daba la talla.

    5.- Había que inventar un escenario democrático para no discrepar del ejercicio que había echado a andar Morena. Encuestas, consultas, foros, etc. La decisión estaba tomada con mucha anticipación. Cada paso había que cuidarlo sobremanera para que no pareciera una imposición brutal externa, como en realidad lo es.

    6.- Los presidentes de los partidos estaban, y están sometidos, domesticados. Alito, Cortés y Zambrano. Ellos prestan membretes solamente. Se les respetan prerrogativas, que son jugosísimas y algunas candidaturas, empezando por las propias, para asegurarles impunidad transexenal. Claudio coordina la estrategia y pondrá operadores. Él mismo ofreció pergeñar el plan de gobierno. Hoy se ha colocado como amanuense y estratega superior a Ángel Gurría, cerebro del modelo neoliberal de los últimos sexenios.

    El médico redactando la receta, en el buen sentido.

    En el otro, el gato viendo por la salud de los ratones.

    7.- Apareció Beatriz Paredes en el escenario y tomó en serio la competencia. Experimentada en el viejo priismo vio todo sin chistar. Incluso largamente ha guardado silencio cómplice respecto de los trafiques de la cúpula priista. Soslayó todo con la esperanza de obtener el deseado pase de acceso a la fase superior. Fingió ingenuidad si se toma en cuenta el retorcido colmillo que trasluce su discurso.

    8.- Días antes de ser ofrendada como cordero en la piedra de los sacrificios dijo textualmente que rechazaría “el modelo patriarcal de los arreglos”. Sabía lo que había tras bambalinas, pero adoptó una actitud silente. Tenía claro que el modelo requerido era otro, otro huipil y otra actitud. Otra actriz en el reparto.

    9.- Miles que creyeron su discurso se sienten defraudados. Esperaban una actitud realmente de lucha hasta el final. O al menos que levantara vigorosamente la bandera de la dignidad, desenmascarando la maniobra de los dirigentes priistas en conciliábulo con Claudio y compañía. Un flanco importante se quedó frustrado ante la ausencia de un acto final de rectitud y principios, lo cual le habría brindado un pedestal de pundonor, hidalguía y respetabilidad para el futuro y el tránsito sexenal.

    Este boleto en sus manos habría sido un estupendo salvoconducto para su tránsito a otros niveles de poder al concluir el sexenio. O al menos de legítima honorabilidad para un retiro de la vida pública, como ha anticipado.

    Echó por la borda genio y figura.

    10.- Lo demás fue teatro. Un obra cínica y corriente. Alito y su séquito, una burocracia envilecida con los cargos, los cotos de corrupción y el apetito voraz por más puestos, mantiene una sumisa complicidad con los empresarios que realmente mandan. Esperan migajas con el dogal puesto. Es el costo que gustosos pagan para no pisar la cárcel.

    11.- Los creyentes en Beatriz -más que en el PRI-, o al menos una buena porción de ellos, sin duda analizarán participar en la diáspora hacia otras organizaciones o en un voto de castigo hacia la dirigencia tricolor. Realmente el PRI, como ha quedado clarísimo en estos días, no sólo se inclinó sumiso ante su adversario tradicional, la derecha panista, sino se conduce como un obsecuente siervo atento y diligente a quienes marcan la estrategia.

    12.- Por lo demás, el futuro no es nada halagüeño para el referido Frente Amplio. Hasta ahora basa su posición sólo en un rechazo absoluto a la 4T, sin propuestas ni alternativas. Ese mismo armamento con una variedad de voceros, misiles de todo calibre, catastrofistas, augures del terror, el comunismo y demás zarandajas, mas los poderes fácticos, medios y alto clero, no han bajado la popularidad del 60 por ciento del presidente.

    El “anti” hacia todo, no construye nada.

    Y ese “anti” es el arma preferida de Xóchitl.

    El denuesto, los chistes, la ridiculización todos los días, las ocurrencias, son piedras lanzadas desde el anonimato por una multitud que no edifican. Ni dan en el blanco.

    Las encuestas, ya lo sabemos, son una fotografía del momento que no nos dicen nada para el futuro. Pero así sea de paso, veamos la que recién publicó El País, de la empresa Enkoll, que le atribuye un 70 por ciento de voto favorable a Morena, un 27 por ciento al Frente Amplio y 3 por ciento al Movimiento Ciudadano. En el desglose aparece el PAN con un quince por ciento y el PRI con 11 por ciento.

    13.- Frente a esto, el encuentro de Claudia Sheinbaum con casi un centenar de los hombres más poderosos del empresariado derivan otras deducciones.

    14.-Por otra parte, Dante desempeña su papel. Choca frontalmente con el gobernador Alfaro de Jalisco y en apariencia el veracruzano queda maltrecho. Alfaro amenaza con sumarse al Frente, pero sus hombres y potenciales candidatos a cargos jaliscienses se reúnen a parlamentar con Dante porque saben que es él quien tiene -y lucra- con el membrete de Movimiento Ciudadano. Él es el único dueño, quien desde el año 2000 hasta ahora ha manejado más de 7 mil millones de pesos de prerrogativas y pinta para ungirse como el mismísimo candidato presidencial con el emblema naranja.

    El Frente, pues, no está en tiempo de frotarse las manos y ver como botín a Jalisco. Están apenas en el jaloneo.

    En fin, ahí están estos elementos para su análisis, porque siempre su punto de vista es el más importante.

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