2020 CERRARÍA EN -10.2% DEL PIB SEGÚN LA OCDE.
Ricardo Caballero de la Rosa
En el segundo trimestre del año, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México decreció -17.1% en términos reales, respecto al trimestre precedente. En su comparación anual, la reducción fue de -18.7% en comparación con el mismo trimestre de 2019. Esta tendencia negativa ya se observaba desde el segundo trimestre de 2019 cuando el crecimiento fue de 0.0%, para descender a -0.5% en el tercer trimestre. Esta situación crítica fue deteriorada más aún por la pandemia.
En este contexto nacional, la OCDE publicó (16 de septiembre de 2020) una actualización a sus perspectivas económicas para este año, con un informe con el título “Coronavirus: viviendo con incertidumbre”, en el que expone datos reveladores acerca del reto mundial para fines de 2020 y el año 2021, y alude la complicada perspectiva para el país.
En el documento señala que diversas políticas adoptadas a nivel mundial permitieron absorber en parte el impacto económico de la pandemia. Sin embargo, estas medidas, al ser insuficientes, no impidieron que la producción colapsara en la primera mitad del presente año.
En el último trimestre se ha observado una gradual recuperación, una vez que se han flexibilizado las políticas y se ha dado la reapertura de empresas, pero el impulso de la economía se ha deteriorado ocasionando pérdida de ingresos en las economías familiares, reducción en las horas de trabajo y debilitamiento en las inversiones empresariales e internacionales.
Las nuevas perspectivas están sujetas a una alta incertidumbre y las proyecciones dependen sobre todo de los supuestos con base en los cuales se analiza la posible propagación del COVID-19 y de su efecto sobre las medidas de política. A este respecto, aún se prevén brotes locales y esporádicos, la vacuna que estaría lista ampliamente a finales de 2021 y una disminución del PIB mundial de -4.5%, con un crecimiento para 2021 de 5%.
Según la OCDE la caída en la producción mundial fue menor a lo esperado, pero puede tener efectos perversos en China, los Estados Unidos y Europa, siendo las naciones más debilitadas India, México y Sudáfrica, lo cual son malas noticias para nuestro país.
La OCDE observa que es vital elevar la confianza y preservar los espacios ganados mediante el reforzamiento de las medidas de apoyo en las políticas fiscal, monetaria y estructural. Como se sabe, México no ha adoptado un esquema de apoyos ni una política de ayuda a los sectores productivos, en tanto el gobierno de la 4T ha mantenido una dinámica de transferencias directas a la población cuyos efectos aún se desconocen.
Entre éstas y otras razones, como la drástica caída de las inversiones, el cierre de empresas y la lenta recuperación del empleo, las perspectivas de la OCDE para México apuntan a que el 2020 podría cerrar con un decrecimiento de -10.2%, dato que constituye una previsión a la baja respecto al dato dado a conocer en junio. Además, México podría crecer para 2021 en alrededor de 3% anual.
Un tema central en la recuperación será la mayor cooperación mundial para mantener las fronteras abiertas y el libre flujo de comercio, inversión y el equipamiento médico, como estrategia fundamental para mitigar y suprimir el virus en todas partes del mundo y acelerar la producción.
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